9 causas por las que tu estrategia en Twitter no funciona
“Unos dos, uno dos…. Uhh… Hola? Funciona?”
¿Te resulta familiar? ¿Utilizas Twitter profesionalmente pero tienes la sensación de que estás tuiteando hacia un abismo solitario? ¿Los resultados que obtienes no son suficiente para justificar el tiempo que le dedicas?
Twitter es una excelente plataforma para crear oportunidades, ofrecer tu servicio de atención al cliente e interactuar con los usuarios que se interesan por tu marca y tu producto. Si eres propietario de un pequeño negocio, seguro que ya lo sabías y te encanta el potencial de Twitter para ayudarte a que nuevos clientes te encuentren. Ya has creado y empezado a trabajar tu estrategia en Twitter y sientes que lo estás haciendo todo bien, PERO por algún motivo no te está dando los resultados esperados. Deja de tirarte de los pelos. No estás solo. Evalúa tu presencia en Twitter y asegúrate de no caer en estos errores comunes:
1. No consigues enganchar
“Yo, yo, yo, yo…" ¿Te suena? Todos conocemos a alguien así y la verdad es que resulta poco interesante. Si no debes hablar sólo de ti y de lo maravilloso que eres en la vida real ¿por qué lo haces en Twitter?
Atrae la atención de la gente interactuando con usuarios relevantes. Utiliza las listas de Twitter para organizar tus contactos y monitoriza los hashtags que tu público objetivo también sigue. Ponte un objetivo, por ejemplo: entre 1 y 3 tuits de los que publiques han de ser conversaciones con otros usuarios. En la vida y en social media, mostrar un sincero interés hacia los demás puede traerte grandes beneficios.
2. Tuiteas demasiado
¿Hablas mucho? ¿Me llenas el timeline de spam? Relájate, por favor.
Los usuarios que tuitean demasiado acaban consiguiendo su ración de unfollows o siendo silenciados. Tuitea cada 5 minutos y empezarás a molestarme… ¡Relax!
3. Tuiteas con poca regularidad
¿Te viene en ocasiones una ola de inspiración tuitera (¿Tuitspiración?) que desencadena una oleada de 17 tuits seguidos y te quedas en silencio durante el resto de la semana hasta que llegue la siguiente musa?
La falta de constancia dificulta que tus seguidores te conozcan y se interesen por ti. Es difícil/duro mantener un flujo constante de tuits durante la semana laboral: la programación de tuits es tu amiga.
4. Tuiteas en el momento equivocado
Los pequeños negocios están obsesionados con tratar de averiguar su mejor momento para tuitear, pero sin una bola de cristal, sólo les quedan las estadísticas y analítica web para resolver esta ecuación. Como regla general, tuitea cuando tu audienca esté online. Los negocios B2B verán mejores resultados durante los horarios laborales, mientras que los enfocados al B2C podrán ver mejores resultados antes/después del horario escolar o en las paradas para comer. Si siempre publicas a la misma hora y no obtienes resultados, intenta modificar un poco los horarios (Y monitoriza siempre los resultados!).
5. No estás consiguiendo un equilibrio adecuado con la autopromoción
¿Demasiado autobombo? Si la mayoría de tus tuits son para promocionar tu marca, no es demasiado entretenido para tus seguidores. Recuerda que Twitter es una plataforma social: no estás aquí para anunciarte. Revisa tus tuits y asegúrate de seguir la regla de oro de NO superar el 20% de tus publicaciones con autopromoción.
...O quizás se te olvida hablar de ti mismo? Sonará tonto, pero ocurre! Si nunca haces un call to action, o si olvidas compartir enlaces a tu web en tu bio, no importa cuántos usuarios te quieran, probablemente nunca encontrarán el camino para convertirse en tus clientes. Pónselo fácil (pero por favor recuerda el punto nº 5).
6. Tus seguidores no son relevantes
Si tienes demasiados seguidores que no son clientes potenciales va a ser complicado que consigas algo de ellos. Sí, estamos hablando de comprar seguidores. Ojalá no lo hagas, pero si lo haces: comprar seguidores es literalmente inútil para tu negocio. Es genial tener un gran número de seguidores porque queda supercool, pero nunca te comprarán nada. Porque son bots. Y los bots tienen niveles de consumo realmente bajos…
7. No analizas las métricas correctas
Como en cualquier otro proceso en tu empresa, tienes marcados una serie de objetivos y mides tu éxito en base a ellos. Twitter no es distinto. Debes medir las interacciones (respuestas, retuits y favoritos), el tráfico web y el feedback que te aportan los usuarios. Obsesionarte con los follows no es la mejor opción ¿No preferirías tener 50 seguidores y que cada uno de ellos se convierta en un cliente, en lugar de tener 500 followers de los que jamás escucharás una sola palabra? Recuerda: los seguidores no son una medida de engagement.
8. Todo es cuestión de personalidad
Twitter es una plataforma social. En ella suelen estar parte de tus clientes más preparados y exigentes, así que pon sobre la mesa tu cara más resplandeciente. Haz que tu marca brille.
9. Estás ignorando el embudo de conversión
(Lo sé… ¡Alerta! ¡Jerga marketiniana! Lo siento, de verdad.)
El marketing digital y la publicidad tradicional hacen del embudo de conversión un proceso complejo para la mayoría de los pequeños negocios. Dónde te encuentran los usuarios, cuándo comienzas a gustarles y cuál es el día en el que finalmente te compran algo, puede ser cada vez más difícil de hacer seguimiento. Es importante entender el papel que Twitter juega en todo esto. Es posible que parte de tus clientes ya te sigan, pero ¿no estás atribuyendo ventas a esta plataforma? Haz algo de estudio de mercado a la antigua usanza: pide feedback. Probablemente tengas fantásticos clientes que les encanta lo que haces: pregúntales si te siguen y si disfrutan con tus tuits. Hazlo.
El Social Media cambia rápido, y tu estrategia ha de ser flexible. Monitoriza continuamente tu éxito en Twitter y si algo no está funcionando… ¡Arréglalo!