Los datos tienen el poder de darnos una visión de los comportamientos y preferencias de audiencias concretas, desafiar nuestros prejuicios y ayudarnos a desarrollar una perspectiva mejor informada. En este artículo, utilizaré diferentes fuentes de datos para analizar dos grupos clave en el espectro geopolítico, votantes y seguidores de izquierda y derecha de partidos políticos en el Reino Unido y EEUU, y su respuesta a las cuestiones ambientales.
Para obtener una comprensión clara de las preocupaciones actuales de estas dos audiencias, he optado por utilizar el reciente dataset "Zeitgeist" de GWI, que contiene útiles insights sobre las preocupaciones respecto al medio ambiente.
Antes de sumergirme en los datos, he creado dos grupos: un grupo de izquierda de EEUU y Reino Unido formado por personas que han declarado que su intención de voto es por el Partido Demócrata (EEUU), Partido Laborista y otros partidos regionales más pequeños que comparten su punto de vista político, como el Partido Nacional Escocés y Plaid Cymru (Reino Unido); y una segunda audiencia que consiste en personas que muestran una preferencia de voto por el Partido Republicano (EEUU) y los Conservadores (Reino Unido).
El mapeo en un gráfico de radar de los resultados sobre las preocupaciones ambientales de estas audiencias revelaba que muchas de estas inquietudes son compartidas por ambos grupos, pero en menor medida por el grupo vinculado a la derecha. También hay que tener en cuenta que, según los datos de actitudes de GWI Core, del grupo de tendencia de izquierda el 45% manifestaba interés en los temas ambientales, mientras que solo el 22% del grupo de tendencia de derechas lo hacía, lo que ayudaría a explicar las diferencias en la imagen de arriba.
De todos los problemas rastreados a partir de los datos de GWI Zeitgeist, la contaminación era la que más preocupación generó en ambos grupos, con el 60% de los votantes de izquierda y el 47% de los votantes de derecha manifestando inquietudes por esta cuestión. Con esto en mente, quería comprender más sobre cuán activas son estas dos audiencias en la conversación social global sobre este tema, y para eso utilicé Audiense.
A efectos de benchmarking, comencé construyendo una audiencia compuesta por personas que han hablado activamente durante las dos últimas semanas sobre la contaminación. Luego identifiqué las cuentas sociales más seguidas por este grupo y cuán únicas son en comparación con los grupos de audiencia inclinados hacia la izquierda y hacia la derecha, también utilizando Audiense.
Lo que revelaban estos datos de Audiense es que ninguna de las audiencias políticas compartía una gran afinidad con los perfiles sociales centrados en el clima preferidos por la audiencia que hablaba sobre contaminación, e incluso el grupo de izquierda solo muestra una fracción de afinidad con cuentas como UN Climate Change, Climate Reality y Guardian Environment. Como sugerirían los resultados anteriores de GWI, había incluso menos interés aquí por parte del grupo de derecha.
Para comprender mejor las razones, decidí explorar las cuentas de organizaciones sin ánimo de lucro y centradas en temas con las que ambas audiencias políticas realmente tienen afinidad y allí quedó patente algo interesante: ninguna de las dos organizaciones ambientales sin fines lucrativos ocupaban los primeros puestos en función de su afinidad. En cambio, la audiencia de izquierda pareció tener preferencia por grupos de orientación más humanitaria, mientras que la de derecha mostró más vinculación con organizaciones centradas en áreas como la libertad de expresión, la empresa libre y la oposición al aborto.
Un aspecto sobre estas audiencias que me interesaba era comprender cómo sus perspectivas sobre la contaminación podrían ser moldeadas por su propio entorno. Como punto de partida, volví a los datos de GWI para comprender dónde, geográficamente hablando, están localizados quienes expresaron una mayor preocupación por la contaminación.
Al estudiar los datos mostrados anteriormente, vale la pena tener en cuenta que algunas de estas regiones presentan un fuerte sesgo hacia los partidos políticos. Por ejemplo, es muy probable que Los Ángeles sea un área de preocupación para los demócratas porque está mayormente ocupada por demócratas, lo que también explicaría el hecho de que Joe Biden consiguiera el 71% de participación de los votos en las elecciones presidenciales del año pasado.
Hay una gran cantidad de datos ambientales disponibles en algunas de estas ubicaciones; sin embargo, al haber descubierto recientemente el excelente Google Environmental Insights Explorer estaba ansioso por probarlo en este análisis para comprender cómo las preocupaciones de la audiencia pueden reflejar la realidad de su entorno urbano.
Los datos de emisiones de vehículos en dos regiones de Los Ángeles, Santa Mónica y Long Beach, están disponibles en la plataforma y esto reveló que en 2019 hubo una reducción en el CO2 emitido por esta fuente en ambas regiones.
Aunque los datos de Londres no estaban disponibles públicamente, pude observar Kent (un condado en el sureste de Inglaterra) para ver cómo las emisiones de CO2 podrían reflejar preocupaciones allí, así como Greater Manchester, en el noroeste. Los datos para estas regiones indicaron un aumento año tras año en las emisiones de CO2 de los automóviles.
En ambos casos, se podría argumentar que las emisiones influyen en las opiniones de la audiencia sobre la contaminación, aunque ciertamente en Los Ángeles se han dado pasos activos por parte del gobierno local y la población para reducir las emisiones de CO2 en los últimos años, que disminuyeron también a raíz de la pandemia. De cualquier manera, las encuestas personalizadas y la escucha en las redes sociales podrían cerrar las brechas de información existentes.
En cuanto a los datos sobre cómo las personas en Manchester hacían búsquedas online sobre la contaminación del aire, Google Trends reveló que los niveles de búsqueda habían aumentado en los últimos cinco años, un probable indicador de preocupación que de alguna manera valida los datos regionales que vimos en GWI.
El uso de datos de diversas fuentes para identificar y comprender cómo audiencias concretas perciben y responden a los problemas ambientales es clave para defender una acción informada, especialmente para gobiernos y ONGs que buscan comprender cómo y dónde enfocar mejor sus acciones.
Aunque nos enfrentamos a una crisis medioambiental de proporciones épicas en este momento, afortunadamente también contamos con herramientas digitales que nos ayudan a entenderla y resolverla.