La moda ha tomado giros inesperados últimamente. Este verano hemos visto desde los Labubu convertidos en colgantes de bolso hasta el regreso de las jelly shoes; y eso nos hace preguntarnos: ¿qué tendencias veremos este otoño?
Todos sabemos que septiembre es el gran mes de la moda: vuelve la New York Fashion Week y es temporada de compras para la vuelta al cole.
Aquí te traemos un repaso a las tendencias que marcarán este otoño y las audiencias que están detrás de ellas.
Sí, la tendencia del animal print lleva al menos un año en auge, pero sigue y será un básico este otoño, con un crecimiento proyectado del 31%.
En concreto veremos mucho estampado de leopardo, y el de vaca también ganará popularidad. Basta con ver el crecimiento constante en las búsquedas de Pinterest sobre animal print, y cómo los diseñadores ya lo han incorporado en sus colecciones de otoño.
Curiosamente, aunque el animal print sube, el estampado de cebra está perdiendo terreno. Veremos menos de este y más de leopardo, serpiente y vaca (a este paso vamos a parecer el Arca de Noé).
Después de años de la aburrida “quiet luxury”, el regreso del animal print refleja un movimiento hacia la moda maximalista, no minimalista, con consumidores que abrazan estilos más expresivos y divertidos.
¿Quién está detrás de esta tendencia? Un segmento con alto interés en animal print (y en marcas que siempre lo han defendido, como Roberto Cavalli o Dolce & Gabbana) es el de las Fashionistas:
Se definen como personas que siguen siempre las últimas tendencias y disfrutan expresarse a través de la moda.
Según la plataforma SOPRISM, la mayoría son mujeres de entre 25 y 34 años que viven en Nueva York y alrededores (New Jersey, Connecticut).
Sus iconos de estilo son figuras como Sarah Jessica Parker y Vivienne Westwood.
Muchas de ellas compran en Shopbop.
Más allá del animal print, también muestran gran afinidad por los relojes de lujo.
Para las marcas que buscan atraer a estos consumidores, la clave es posicionarse como una marca que hace declaraciones de estilo, no que sigue tendencias. Mostrar la ropa como arte para vestir.
Las campañas con fotografía arriesgada y poses dinámicas captarán su atención.
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Los Labubu pueden relajarse: seguirán aquí este otoño y los colgantes para bolsos (bag charms) en general tampoco van a ninguna parte.
Su popularidad es tal que marcas como Coach reportaron un crecimiento interanual del 13% en ingresos gracias a su línea de bag charms.
En Google Trends, la búsqueda de bag charms volvió a alcanzar su pico en julio de 2025.
Todo apunta a que los coleccionables estilo Labubu y los bag charms dominarán no solo este otoño 2025, sino también 2026.
Esta tendencia refleja el apetito de los consumidores por la personalización: mujeres que compran un bolso que muchas otras también pueden tener, pero lo hacen suyo añadiendo colgantes únicos.
Los bag charms también funcionan como objetos de colección, apelando a nuestra nostalgia de infancia (¿quién no recuerda los Beanie Babies o los Tamagotchi?). Labubu aprovecha esta fiebre por los coleccionables, y la demanda es imparable.
En 2024, las líneas de colgantes Labubu generaron más de 419 millones de dólares en ventas de merchandising.
¿Quién está detrás de esta tendencia? Una audiencia clave son los Brand Lovers.
Toda marca de moda debería intentar conquistar a este segmento de alto valor. Una vez que son leales a una marca, repiten una y otra vez con productos asociados a ella.
Son personas muy conscientes del estatus, orientadas al lujo, y early adopters de tendencias como la de los bag charms. Valoran la exclusividad, por eso los Labubu más raros son tan atractivos para ellos.
Según SOPRISM, entre sus marcas preferidas y con las que muestran gran fidelidad están Miu Miu, Chanel, Fendi y Gucci.
De hecho, Miu Miu ha sido una gran impulsora de la tendencia desde que apareció en pasarela el año pasado. Su línea de minibolsos para añadir al bolso grande se ha convertido en un hit.
Con los insights de Audiense sobre esta audiencia “Brand Lovers”, cualquier marca puede diseñar una estrategia de targeting eficaz. A continuación, puedes ver parte de una estrategia de contenido respaldada por esos insights:
Sabemos que Instagram, Facebook y el email son los mejores canales para impactar a este segmento.
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Marcas como Free People y Farm Rio pueden estar de celebración.
Ahora se llama Boho Chic: siluetas libres, tejidos fluidos y un aire conectado con la naturaleza. El otoño, con sus tonos terrosos, es el escenario perfecto para este estilo.
Este relanzamiento llevaba tiempo cocinándose desde que Chemena Kamali tomó las riendas de Chloe en 2023 con una colección claramente boho. Este año, el estilo inundó las pasarelas de otoño 2025.
¿Quién impulsa esta tendencia? El segmento de audiencia llamado Casually Engaged.
Son consumidores que compran en marcas como Free People, Alice + Olivia e Isabel Marant.
Mayormente mujeres de 25-34 años que viven en Massachusetts, Rhode Island y Utah.
Según SOPRISM, sus referentes de estilo son Gigi Hadid y Kendall Jenner.
Son personas que interactúan con marcas y productos de manera intermitente: se interesan, pero sin un compromiso profundo. Esto implica que las marcas deben esforzarse más para activarles mediante experiencias y mensajes muy segmentados.
Aunque el estilo es boho, no significa bajo presupuesto: hablamos de un público con poder adquisitivo para bienes de lujo, viajes en primera clase o joyería de diamantes.
Más allá del estilo boho, también compran ropa de surf, y marcas como Free People ya se han adaptado a estas preferencias:
Basado en los insights de Audiense, las marcas boho que quieran captar esta audiencia deben posicionarse como propuestas de “estilo sin esfuerzo para el día a día”.
El mensaje debe resaltar la mezcla de estética bohemia con comodidad. Ejemplo: Estilo sencillo para cada estado de ánimo. Beneficios clave: versatilidad, calidad y atractivo atemporal.
La fotografía ideal debe ser natural, espontánea y relajada.
Esta audiencia valora la comodidad, la autenticidad y el espacio personal, así que la comunicación debe reforzar esos valores.
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Para marcas y agencias, la conclusión es clara: las tendencias de moda de otoño no son solo tendencias, son oportunidades de conectar con audiencias muy definidas y de alto valor.
Ya sea con las Fashionistas que convierten el leopardo en estilo de vida, los Brand Lovers que persiguen el próximo Labubu raro o los Casually Engaged que curan looks boho chic, cada segmento tiene sus propias motivaciones, plataformas y drivers de compra.
Tu reto no es seguir la tendencia, sino demostrar a estas audiencias que tú marcas las tendencias. Sitúate donde ya están mirando, habla en el tono que responden y entrega el estilo, la exclusividad o la naturalidad que buscan.
Este otoño, las marcas ganadoras no serán solo las que vendan producto, sino las que generen reconocimiento y pertenencia. Porque el consumidor de hoy no compra solo un ítem, compra una identidad, un estado de ánimo, un momento personal.
Cuando alguien se pone ese abrigo de leopardo, engancha un Labubu exclusivo o se viste con un boho fluido, no es solo moda: es un reflejo de quién es (o quién quiere ser).
Las marcas más exitosas serán las que sepan activar esa conexión emocional, haciendo que sus clientes se sientan no solo estilosos, sino también entendidos, valorados y parte de algo más grande.
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