Este es un artículo de invitado escrito por Media Measurement, una consultoría de investigación digital líder que combina la tecnología basada en datos con el análisis humano basado en conocimientos para ayudar a las organizaciones a filtrarse a través de los espacios cada vez más ruidosos de los medios on y offline..
En los primeros meses de 2020, la pandemia de la COVID-19 ha dominado los titulares de las noticias y la conversación pública, lo que ha resultado en un entorno de comunicación saturado repleto de información confusa, contradictoria y, a menudo, completamente falsa.
En este contexto general, las plataformas de redes sociales albergan formas alternativas de participación en línea en el discurso civil, desde la participación honesta en el debate hasta la comunicación disruptiva o subversiva, que compiten en un mismo foro abierto. Con los gobiernos y los organismos de salud pública luchando contra esta creciente "infodemia" y al mismo tiempo acosados por la emergencia epidemiológica real, la teorías de la conspiración amenazan con interrumpir la transferencia efectiva de información y erosionar la confianza popular en las instituciones públicas.
El último white paper de Media Measurement explora la escala, la densidad y la interconexión de las diversas comunidades de la teoría de la conspiración que se movilizan en respuesta al COVID-19, en particular las comunidades anti-5G y anti-vacunación, y los riesgos que representan para la confianza en las instituciones públicas.
Conclusiones clave de la investigación
- Las comunidades anti-5G y anti-vacunación han crecido significativamente en Twitter. Ese proceso se aceleró después del confinamiento en Reino Unido, cuando una afluencia de nuevos participantes pareció migrar hacia las controvertidas afirmaciones de verdad de la teoría de la conspiración, más fácilmente que a la respuesta informativa promovida por los profesionales de la salud pública.
- Esta evolución se debe en parte a una estrategia de interconexión entre diferentes discursos, que apoya la polinización cruzada de ideas entre diferentes temas y audiencias impulsadas por centros de redes que actúan como "super difusores".
- La cohesión de la comunidad es un factor importante en esta ecuación, pero hay una especie de asimetría en el comportamiento de RT en Twitter que beneficia a la teoría de la conspiración. La desinformación generalmente se propaga más rápidamente, en parte debido a la arquitectura de las redes sociales, que incentiva el contenido impactante o controvertido.
- Las comunidades de la teoría de la conspiración han demostrado ser expertas en construir este tipo de cohesión, que ayuda en la promoción de sus afirmaciones narrativas y de verdad.
- Las redes de profesionales con un interés compartido pueden desarrollar comunidades sólidas que consoliden una narrativa estratégica.
- Este es un enfoque necesario, porque con una presencia digital interactiva y colaborativa, las instituciones públicas estarán en mejores condiciones de desarrollar una frontera de información que ofrezca una respuesta viable a la mala información y desinformación online.
Para saber más acerca de este tema puedes acceder al white paper de Media Measurement “Tinfoil Trust: Mapping Conspiracy Theories During COVID-19” aquí.
